
El vicepresidente y encargado del Departamento de Estudios de la Cámara Aduanera de Chile, Javier León, señaló que en las últimas tres semanas las marejadas han obligado a desviar ocho naves desde el puerto de San Antonio (Región de Valparaíso) al de San Vicente (Biobío). Ello ha implicado sobrecostos de $22 mil millones en fletes terrestres para llevar 22 mil contenedores a su destino final en la zona central, cifra que puede llegar a $49.400 millones si se suma el demurrage (multa por atraso en desocupar un contenedor) y almacenaje, planteó. “Hay contenedores que esperan más de un mes el aforo físico debido al atoche que tiene San Vicente”, afirmó el dirigente y explicó que entre los barcos desviados hay tres que traen autos. León criticó que los barcos fueran redestinados al sur y no al vecino puerto de Valparaíso, lo que habría mitigado los sobrecostos, decisión adoptada por las navieras. El vicepresidente nacional de la Cámara de Comercio, Kenneth Werner, señaló que el importador no tiene cómo defenderse y que los mayores costos terminan por traspasarse al consumidor.
La Cámara Marítimo Portuaria lamentó las negativas consecuencias que el aumento de marejadas, a raíz del cambio climático, está teniendo en la competitividad del comercio exterior. «El costo logístico de nuestras exportaciones es el 18% del valor final del producto, el doble que el promedio OCDE”, dijo. El gerente general del concesionario STI, Rodrigo Galleguillos, destacó que los terminales portuarios no tienen ninguna injerencia en la decisión de desviar naves. *Las marejadas están afectando al puerto. Trabajamos junto a la Armada, la Empresa Portuaria San Antonio (EPSA) y los concesionarios para adoptar las medidas que permitan operar con una altura de ola mayor, resguardando al mismo tiempo la seguridad», manifestó.
Los cierres que San Antonio acumuló en los últimos 12 crecieron 82% respecto del mismo período anterior.
Fuente: El Mercurio