“Un paraíso en la tierra”: El preciado valor de los ecosistemas que se busca proteger con el rechazo al proyecto Dominga

La biodiversidad del Archipiélago de Humboldt, cuya riqueza es reconocida internacionalmente, así como el desarrollo sustentable de las comunidades locales de La Higuera, en la región de Coquimbo, se verían fuertemente impactados con el emplazamiento del proyecto minero portuario Dominga, que mantiene a la zona en medio de una controversia ambiental que se ha extendido por más de una década. Diversos análisis dan cuenta de que el yunco, la ballena Azul, el pingüino de Humboldt y decenas de plantas endémicas, entre otras especies propias del lugar, quedarían expuestas y sin protección alguna de instalarse en la localidad esta mega industria. Para profundizar en el valor y la fragilidad de estos ecosistemas, País Circular conversó con Felipe Cárcamo, activista de Alanza Humboldt; Paola Poo, politóloga e integrante de Fundación Ecosur; y el Dr. Carlos Gaymer, biólogo marino de la Universidad Católica del Norte.

En la comuna de La Higuera, región de Coquimbo, confluyen ecosistemas marítimos y terrestres que han sido catalogados como únicos en el mundo por su riqueza en biodiversidad. Un lugar que incluso concita el interés de la comunidad científica y ambientalista internacional, pero que hoy se encuentra bajo la amenaza del proyecto minero portuario Dominga.

El emplazamiento de esta mega inversión, que recientemente fue rechazada por tercera vez por el Comité de Ministros, implica la construcción de dos minas a rajo abierto, una planta desalinizadora y un puerto de embarque, con el fin de extraer cobre y hierro para exportar principalmente a Estados Unidos y Europa, durante un periodo estimado de 22 años.

De concretarse finalmente este proyecto, a cargo de la empresa Andes Iron, los especialistas coinciden en los graves impactos, en muchos casos irreversibles, que se provocarían sobre los ecosistemas.

La ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, destacó enfáticamente la importancia de proteger la zona donde se pretende instalar Dominga, tras la decisión unánime de los ministros subrogantes de rechazar el proyecto.

“Esta es una zona de relevancia mundial, con alto valor ecológico. Es considerado uno de los 10 ecosistemas marinos más importantes del mundo. Es una reserva nacional desde los años 90 y ha sido declarada como Área Costera Marina Protegida de Múltiples Usos por ser patrimonio natural de nuestro país. De hecho, esta área corresponde a un hábitat con especies emblemáticas muchas en peligro de extinción, así como especies que principalmente existen en Chile”.

Efectivamente, tras publicarse el decreto a fines de 2023, hoy se encuentra en proceso de creación el plan de manejo del Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU) Archipiélago de Humboldt, que definirá las directrices de esta nueva gobernanza oceánica. Sin embargo, este plan no estará listo antes de fin de año.

“Esta es una zona de relevancia mundial, con alto valor ecológico. Es considerado uno de los diez ecosistemas marinos más importantes del mundo. Es una reserva nacional desde los años 90 y ha sido declarada como Área Costera Marina Protegida de Múltiples Usos por ser patrimonio natural de nuestro país”.Maisa Rojas, ministra del Medio Ambiente

 El “Galápagos de Chile”

De concretarse, el yacimiento de Dominga quedará emplazado 16 Km al norponiente de la comuna de La Higuera, mientras que la planta conectará con el terminal de embarque emplazado en Totoralillo Norte. Es decir, en proximidad al Archipiélago de Humboldt, que se extiende desde Punta Pájaros, al norte de Caleta Chañaral de Aceituno, en la región de Atacama; hasta Punta Poroto, al sur de la comuna de La Higuera, en la región de Coquimbo.

Felipe Cárcamo, sociólogo y activista medioambiental de Alianza Humboldt, subraya el valor de este conjunto de islas e islotes que alberga a una gran variedad de especies, entre ellas endémicas, y al que califica como “un paraíso en la tierra”.

“También catalogado como un laboratorio natural, el Archipiélago de Humboldt, dada sus condiciones de biodiversidad, ofrece muchas ventajas para el desarrollo de la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación. Además, es un foco importante de surgencia costera, con características fisioquímicas, geológicas y topográficas únicas, que le posibilitan un ambiente diverso, dinámico y altamente productivo”.

Carlos Gaymerbiólogo marino de la Universidad Católica del Norte, explica que la surgencia significa que “es agua muy fría y rica en nutrientes, que va desde el fondo del mar hacia la superficie. Es como que fertilizaras el mar y eso genera mucho alimento para que se desarrolle la vida. Aumenta la productividad”.

“Esta zona, de todo el centro norte de Chile, es donde se encuentran las mayores concentraciones de fitoplancton, que es la base de la cadena trófica. Es el alimento del zooplancton, que son organismos un poquito más grandes, como el Krill. Por lo tanto, como hay mucho más alimento, esta zona es donde se sitúa también la mayor densidad de Krill. Y el Krill es el alimento básico de las ballenas, por ejemplo, pero también de muchas aves que viven ahí, como el yunco, que es una especie que está con serios problemas de conservación”, detalla el especialista.

“Es decir, todo el sistema está hecho de tal manera -naturalmente, por supuesto- que la convierte en una zona única. Es uno de los pocos hotspots o puntos calientes de biodiversidad a nivel mundial y por eso se dice que es como el Galápagos de Chile”, añade Carlos Gaymer.

Cabe destacar que en el Archipiélago de Humboldt conviven 187 especies de macroalgas e invertebrados, 122 especies de aves, 68 especies de peces y 15 especies de mamíferos marinos. Entre ellas, la única colonia de delfín Nariz de Botella residente en el Pacífico, además de los dos cetáceos más grandes del planeta, que son la ballena Azul, en Peligro de Extinción y la ballena Fin, en Peligro Crítico de Extinción. Esta última, que ya no migra, sino que se ha mantenido permanentemente en la zona.

Además, el 80% de la población del pingüino de Humboldt, en categoría Vulnerable, -de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN- habita en el lugar; mientras que la flora destaca también por su riqueza, con el 76% de especies endémicas de Chile.

“Pero al ser un ambiente tan rico en biodiversidad, genera también que sea la zona con mayor productividad pesquera de todo el centro norte de Chile, desde Los Vilos hasta Punta de Choros. De hecho, el 80% del desembarque de locos y lapas de toda la región de Coquimbo viene desde allí”, comenta el Dr. Carlos Gaymer.

“También catalogado como un laboratorio natural, el Archipiélago de Humboldt, dada sus condiciones de biodiversidad, ofrece muchas ventajas para el desarrollo de la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación. Además, es un foco importante de surgencia costera”.Felipe Cárcamo, activista medioambiental de Alianza Humboldt

Inminentes impactos

El megaproyecto minero portuario, si logra emplazarse, ocasionará una serie de graves daños a los ecosistemas marítimos y terrestres, comenta Pamela Poo, politólga y directora de Políticas Públicas e Incidencia de Fundación Ecosur.  “La riqueza de la biodiversidad de la zona es tan alta, que un proyecto con la escala que tiene Dominga pone en peligro el equilibrio de todo el lugar. Es decir, si sacas o mueves componentes, ese equilibrio se rompe”, explica Poo.

Y sin duda que los impactos que se proyectan ocurrirían a todo nivel sobre este enclave ambiental, incluyendo riesgos de colisión entre barcos y ballenas, fragmentación de hábitats, desplazamiento o pérdida de especies emblemáticas o endémicas.

“Por ejemplo, hay un cactus que es endémico, el Pyrrhocactus simulans en Peligro Crítico que, con el emplazamiento del proyecto, va a desaparecer. No hay vuelta atrás. En el fondo, estás perdiendo una especie, pero además la cadena que se modifica es bastante grande y a veces, incluso, hay especies que ni siquiera conocemos. Así de frágil es el sistema”, señala la politóloga de Fundación Ecosur.

En particular, Felipe Cárcamo subraya el caso del chungungo y los bosques de macroalgas. “El chungungo es el mamífero marino más pequeño del mundo y genera una fuerte identificación con este territorio. Lamentablemente, está en Peligro de Extinción. Y, por otro lado, las macroalgas no solamente son interesantes de conocer, sino que también cumplen una función ecológica importante. El océano es el que capta mayormente el CO2 del planeta y, en el fondo de estos bosques de algas, se absorbe el CO2. Todo esto en desmedro si el proyecto avanza”.

“Pero además Dominga va a desplazar, entre otros, guanacos y zorros que habitan salvajemente en esta zona, considerando que son especies protegidas a nivel nacional. Y, por otra parte, el proyecto afectaría a la cuenca del río Los Choros, que hoy es un río de subterráneo, pero de buen caudal, fundamental para la actividad agrícola del valle, pero también para muchas especies terrestres que depende de esa agua dulce”, complementa el activista de Alianza Humboldt.

Carlos Gaymer, en tanto, asegura que los ruidos provocados por las operaciones industriales son otro elemento que no se puede omitir, así como la contaminación lumínica. “Muchas especies utilizan el sonido para orientarse en el espacio y, de lo contrario, no son capaces de recibir las señales o no se pueden comunicar con las crías, por ejemplo. Pero también un puerto significa luminarias. Entonces, en una zona de alta diversidad de aves marinas, el riesgo es tener una mortalidad masiva, porque las aves siguen las luminarias y chocan contra los postes, caen y muchas veces mueren”, explica el biólogo marino. “Y lo otro es que toda la zona costera es rica en yacimientos paleontológicos y arqueológicos. Significaría su destrucción si llega a intervenirse”, apunta.

Pero el proyecto también contempla la construcción de una planta desalinizadora que potenciaría aún más la catástrofe, ya que el vertimiento de agua con salmuera al mar se traduciría en un cambio en la química del océano.

“Si con la desaladora empiezas a desequilibrar la salinidad del agua, lo que ocurre es que va a generar cierto impacto en el alimento de varias especies de la zona. Y si esas especies no tienen ese alimento se van a alejar del lugar o van a desaparecer. Es muy complejo”, comenta Pamela Poo.

Aunque no solamente el impacto lo produciría la salmuera, indica Carlos Gaymer, porque “todas las plantas desaladoras utilizan sustancias anti-incrustantes, sumamente tóxicas, para evitar que se peguen organismos en las tuberías. Cuando el agua y la salmuera son devueltas, todo eso llega al mar, aumentando la mortalidad, por ejemplo, de los bebés de locos. Eso significa que esos organismos no van a llegar a estado adulto, no van a poder ser pescados y, por lo tanto, se va a afectar directamente la actividad pesquera”.

“La riqueza de la biodiversidad de la zona es tan alta, que un proyecto con la escala que tiene Dominga pone en peligro el equilibrio de todo el lugar. Es decir, si sacas o mueves componentes, ese equilibrio se rompe”.Pamela Poo, directora de Políticas Públicas e Incidencia de Fundación Ecosur

Felipe Cárcamo, Pamela Poo, Carlos Gaymer

“Todas las plantas desaladoras utilizan sustancias anti-incrustantes, sumamente tóxicas, para evitar que se peguen organismos en las tuberías. Cuando el agua y la salmuera son devueltas, todo eso llega al mar, aumentando la mortalidad, por ejemplo, de los bebés de locos. Eso significa que esos organismos no van a llegar a estado adulto, no van a poder ser pescados y, por lo tanto, se va a afectar directamente la actividad pesquera”.Dr. Carlos Gaymer, biólogo marino de la Universidad Católica del Norte.

Mérito económico

La riqueza en biodiversidad, en la zona donde se pretende emplazar Dominga, también ha permitido el auge de dos importantes actividades económicas que no impactan negativamente a los ecosistemas: La pesca artesanal y el turismo sustentable. Este último, principalmente basado en el avistamiento de aves y mamíferos marinos.

“De todo el centro norte de Chile, esta es el área donde los pescadores artesanales explotan los recursos con planes de manejo más productivos. Y por eso es que la actividad pesquera allí es tan buena y rentable. Pero la pesca artesanal es tremendamente sensible a actividades de alto impacto, porque se contaminan los recursos o muchos de ellos mueren. Entonces, esta zona se mantiene en buen estado porque no ha sido intervenida. De lo contrario, no solo se afecta a la biodiversidad, sino que además al sustento de muchas familias”, afirma el académico de la Universidad Católica del Norte.

Felipe Cárcamo, por su parte, señala que la pesca artesanal de la zona se ha ido perfeccionado permanentemente con mejores técnicas sustentables y controladas; mientras que el turismo se mantiene en alto crecimiento.

“Hay una comunidad pescadora y organizada en áreas de manejo, con incursión también en la acuicultura, muy comprometida con el intercambio y el flujo científico para mejorar sus técnicas, por ejemplo, de recolección de moluscos, principalmente locos”, expresa el sociólogo y activista ambiental.

“Pero, a la par de la pesca artesanal, en las últimas dos décadas se ha potenciado el turismo sustentable, que consiste en instalaciones en la zona costera del Archipiélago de Humboldt, de mantención de hospedaje a los turistas y zonas de avistamiento en el océano alrededor de las islas e islotes. Además, como tenemos una baja presencia de industrialización en la zona, las especies se contemplan de mejor manera”, resalta Felipe Cárcamo.

Ahora, si bien la empresa detrás de Dominga ha planteado que será una fuente de empleos para las comunidades locales, el proyecto contempla un periodo acotado de funcionamiento, para luego desalojar la zona. Más allá de eso, Carlos Gaymer asegura que ahí hay una falsa promesa de parte de Andes Iron, ya que los faeneros llegarán de distintos lugares de Chile; mientras que, para las operaciones del proyecto, se trabajará con gente especializada y, por tanto, no necesariamente de La Higuera.

“Además, cuando las empresas se van y las industrias se cierran, quedan los vacíos ambientales, toda la contaminación y los ecosistemas destruidos. Por eso se requiere un plan de desarrollo de economía sustentable, con actividades productivas de bajo impacto, siempre respetando los límites del ecosistema. Entonces, si no hay sobreexplotación, habrá ecosistemas sanos que ayudan a sostener economías locales”, argumenta Pamela Poo.

“Y en esta zona hay un llamado también a dejar los minerales bajo tierra y mirar hacia el océano, pero como un espacio de reconocimiento a la pesca, de reconocimiento al turismo y a otros rubros económicos en el sector que hoy tienen alta productividad. Yo creo que el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos apunta hacia allá; hacia generar una mayor gobernanza local organizada, activar el consenso de esta relación público-privada y mejorar los índices de sustentabilidad en la zona”, reflexiona Felipe Cárcamo.

Por otro lado, frente a la alta vulnerabilidad de Chile ante los impactos del cambio climático, el proyecto Dominga solo potencia aún más esos riesgos. Y es que según coinciden los expertos, la mejor solución para ser resilientes a los efectos de esta crisis global es, precisamente, conservar los ecosistemas en buen estado. Por lo tanto, si el cambio climático se mantiene bajo control, entonces la actividad económica prospera.

“De todo el centro norte de Chile, esta es el área donde los pescadores artesanales explotan los recursos con planes de manejo más productivos. Y por eso es que la actividad pesquera allí es tan buena y rentable. Pero la pesca artesanal es tremendamente sensible a actividades de alto impacto, porque se contaminan los recursos o muchos de ellos mueren”.Carlos Gaymer, biólogo marino de la Universidad Católica del Norte

Insuficientes medida de compensación

Consciente de la riqueza ecosistémica de la zona, Andes Iron ha planteado una serie de medidas de compensación que, sin lugar a dudas, son deficientes, a juicio de la politóloga. “Las medidas de compensación no bastan para la escala del proyecto. Entre la planta, la desalinizadora y el puerto, ni por mucha compensación que puedas hacer vas a poder paliar los impactos. Llega un momento en que hay escalas que no son compensables”, señala enfática Pamela Poo.

“Por ejemplo, si remuevo el cactus endémico y lo planto en otro lugar, probablemente va a morir, porque ahí no están las condiciones que necesita. Estos temas se suelen ver muy desde lo técnico, pero también hay cosas de sentido común. O sea, si un pingüino vive en este ecosistema, no va a vivir en otro. Y un caso concreto que pasó en un proyecto minero en Atacama, que ahora está parado [por orden de la SMA], es que intentaron relocalizar chinchillas [proyecto de oro y plata Salares Norte, de la minera sudafricana Gold Fields]. Eran 25 y cuando las movieron, murieron cinco. Entonces, lamentablemente esta lógica de progreso por progreso, sin mirar la lógica de adaptación, es lo que nos tiene con esta crisis tanto ecológica como climática. Hay límites planetarios traspasados”, destaca Pamela Poo.

Felipe Cárcamo, si bien no desconoce que Andes Iron ha intentado cubrir ciertas necesidades de La Higuera desde hace ya alrededor de una década, comparte que estas medidas no reparan en absoluto los daños a la biodiversidad.

“Ha habido medidas de mitigación como instalar Wifi en la plaza de Los Choros, apoyar con camiones aljibe atendiendo el estrés hídrico en la comuna o fomentar plantaciones de árboles nativos en la zona. Incluso, el proyecto busca instalar un centro científico. Sin embargo, el perjuicio es al archipiélago completo y si modificas la temperatura, o el ruido en el mar o en la tierra, terminas con un sistema altamente frágil. Proyectos como este no tienen ningún tipo de sustentabilidad en el tiempo”, expone el integrante de Alianza Humboldt.

Finalmente, Carlos Gaymer declara que las medidas de compensación muchas veces apuntan a reemplazar el rol del Estado, especialmente en comunas como La Higuera, que registra altos índices de pobreza. “Que llegue una empresa y ofrezca cubrir necesidades, cuando el Estado históricamente ha estado ausente, genera simpatía en cierta parte de la comunidad. Eso sí, afortunadamente, eso ocurre en la menor parte de la población”. 

“Las medidas de compensación no bastan para la escala del proyecto. Entre la planta, la desalinizadora y  el puerto, ni por mucha compensación que puedas hacer vas a poder paliar los impactos. Llega un momento que hay escalas que no son compensables”.Pamela Poo, politóloga y magíster en sociología

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