Proceso se basará en el trabajo ya avanzado por el Acuerdo de Producción Limpia (APL) de ecoetiquetado que se está trabajando desde hace dos años, y que ya cuenta con más de 1.600 envases con este sello de reciclabilidad. Esta semana deberá estar conformado el Comité Operativo Ampliado en el que participan empresas, academia, ong’s, organizaciones civiles y el sector público para elaborar un anteproyecto de decreto supremo con las exigencias y características de este nuevo sello, el que deberá estar listo en cinco meses.
Através de una resolución publicada el viernes en el Diario Oficial, el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) inició el proceso formal para la creación de una ecoetiqueta obligatoria para los envases y embalajes, la que informará sobre su materialidad y reciclabilidad. El objetivo de incorporar este sello modificar el comportamiento de compra de los consumidores, al facilitar y orientar la identificación de los residuos generados por los envases y promover su valorización, así como estandarizar la información que se les entrega al respecto.
Este nuevo sello tendrá como base el trabajo realizado desde fines de 2019 por un Acuerdo de Producción Limpia (APL) para el ecoetiquetado de envases y embalajes impulsado por Sofofa, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático y el MMA, y que fue lanzado oficialmente en noviembre de 2020 en el marco de los primeros pasos de la implementación de la Ley REP. Inicialmente, 29 empresas adhirieron a esta iniciativa, a las que se han ido sumando otras hasta llegar a más de 40.
Dicho trabajo tuvo entre sus principales resultados el diseño e implementación de una etiqueta que entrega a los consumidores información sobre los componentes de cada envase, su materialidad e instrucciones para el reciclaje. Adicionalmente, estableció un sistema de certificación para obtener el sello, que exige la verificación de tres requisitos esenciales: que al menos el 80% del envase esté compuesto por materiales técnicamente reciclables; que dichos materiales puedan ser separados del resto del envase para su reciclaje; y que exista actualmente demanda de la industria del reciclaje por esos materiales, y que estos efectivamente se proceses. Es decir, que sean reciclados en el país.
Hasta fines de 2021, más de 1.800 productos de consumo masivo habían sometido sus envases a esta evaluación, y más de 1.600 de ellos fueron certificados con la ecoetiqueta de reciclaje. Para entonces, el proyecto piloto del APL contaba ya con 4 casas certificadoras validadas, 15 valorizadores que respaldaban la demanda de los envases aprobados.
Del total de envases aprobados para el último trimestre de 2021, el 60% corresponde a envases plásticos (12% PET, 17% PP y 31% PE), un 14% de cartón para bebidas, 13% son envases de vidrio (principalmente botellas), un 10% son de materiales hechos en base a fibras de celulosa (cartón, papel, cartulina) y 3% entre aluminio y hojalata. Respecto de los que no lograron obtener el sello, las razones son variadas. Entre ellas, que algunos envases no pudieron acreditar la existencia de capacidad de recolección post consumo domiciliario y/o procesos de pretratamiento que los habiliten para su posterior valorización. Y en otros casos, algunos envases han sido rechazados por no cumplir con los requisitos técnicos mínimos que establece el proceso de evaluación.
Toda esta experiencia y aprendizaje será tomada ahora como base para la regulación normativa de la nueva ecoetiqueta de reciclaje que elaborará por decreto el MMA, trabajo que ya había sido anunciado en septiembre del año pasado por Guillermo González, jefe de la Oficina de Economía Circular del ministerio.
Y de acuerdo a lo señalado en la resolución que le da inicio al proceso, este sello estará dirigido especificamente a los envases de alimentos o productos alimenticios, de productos de higiene personal y de limpieza del hogar, “los que a nivel internacional se estima corresponden a un 80% de los envases generados a nivel domiciliario”, dice el documento. Este etiquetado, agrega, deberá establecer la información sobre sus componentes, materialidad e instrucciones para su recilaje.
De forma complementaria, dice la resolución, “y también tomando la experiencia del APL, se estima pertinente establecer criterios de sustentabilidad, los que deberán cumplirse para obtener la certificación por parte de este ministerio, de que los envases domiciliarios de cualquier producto cumplen con un porcentaje de reciclabilidad, cuando sea voluntariamente solicitado”. Estos criterios de sustentabilidad serán los mismos establecidos en el piloto de ecoetiquetado del APL.
La resolución del MMA publicada el viernes establece que los criterios de sustentabilidad para obtener la ecoetiqueta serán: que al menos un 80% del envase esté hecho de materiales técnicamente reciclables; que dichos materiales puedan ser separados del resto del envase para su reciclaje; y que exista actualmente demanda de la industria del reciclaje para estos materiales.
“El desarrollo de la regulación contempla múltiples instancias de participación de la ciudadanía para la elaboración de esta normativa, la que resultará en un decreto supremo que permitirá que el eco etiquetado esté normado y que sea obligatorio. Con esto daremos continuidad al trabajo que hemos realizado durante este tiempo con el Sello Elijo Reciclar, transformando una colaboración público-privada, que ha sido piloto, en una política pública” dijo ayer el ministro del Medio ambiente, Javier Naranjo, al anunciar oficialmente el inicio del proceso regulatorio para el ecoetiquetado obligatorio.
La directora de la Asociación de Consumo Sustentable de Chile, Carola Moya, señaló por su parte que “antes de este ecoetiquetado los envases ni siquiera venían rotulados, por lo que no se podían identificar. Además, existen muchas autodeclaraciones que no necesariamente son reales; en cambio, ahora, con esta normativa, se certifica que la reciclabilidad es real, con lo que se entregan mejores indicaciones para que las personas se puedan hacer corresponsables de la gestión y disposición de estos envases”.
Según señaló en septiembre el jefe de la Oficina de Economía Circular del ministerio, Guillermo González, entre las opciones que se están analizando para dicha regulación es que de las dos partes del sello actual, la etiqueta frontal que indica si un producto es reciclable o no podría ser de carácter voluntario, ya que de lo contrario implicaría obligar a las empresas a tener un distintivo de carácter positivo, y la experiencia demostró que no todas están dispuestas a ello según las características de su envase. Sí sería obligatoria para todos los productos la etiqueta trasera, que indica cómo reciclar ese envase.
Lo que se va a mantener “sí o sí”, dijo entonces González, es la exigencia de que el material sea reciclable en Chile. “Era un concepto que teníamos, que ahora lo testeamos y nos convencimos de la importancia de que así sea. Por dos motivos: porque no le sirve a nadie que tengamos un producto que dice que es reciclable y que en la práctica no se recicla en Chile; y por otro lado, si le decimos a las personas que los productos son reciclables, tienen que ser efectivamente reciclados en Chile. Entonces, la idea es tomar la metodología que se aplicó en el proceso regulatorio”, adelantó entonces.
Tras la publicación de la resolución que da inicio al proceso regulatorio para el ecoetiquetado obligatorio el pasado viernes, es un plazo de cinco días a contar de esa fecha se deberá convocar a un Comité Operativo Ampliado (COA) de 20 miembros, los que trabajarán junto al ministerio en una propuesta de anteproyecto de decreto supremo, la que deberá ser dictada en un plazo de cinco meses.
Tal como ha ocurrido con otras resoluciones en el marco de la Ley REP, como la eleboración de los decretos de metas de recolección y valorización de los productos prioritarios -por ejemplo-, dicho COA será presidido por el MMA y estará conformado por representantes del sector público, de productores de envases, ong’s, representantes de los consumidores, de la academia, gestores de residuos y recicladores de base. En este caso, además, se suman dos representantes de empresas certificadoras de ecoetiquetas validadas en el contexto del APL de ecoetiquetado.
Fuente: paiscircular.cl