Aunque aún hay un número importante de empresas reguladas que no han asumido los requerimientos que impone la Ley REP, muchas otras buscan transitar hacia la economía circular, cumpliendo con las metas y obligaciones que plantea esta normativa. Es en este proceso que la consultora Espyral, fundada en 2017, ofrece un acompañamiento a sus clientes, así como soluciones integrales y eficientes para avanzar en la implementación de esta legislación. En esta línea, acaban de lanzar REPositorio, un software que simplifica el cálculo de material puesto en el mercado y, por tanto, de las metas a cumplir. Cristián Morales, gerente general de Espyral e ingeniero civil químico de la Universidad de Concepción, comenta sobre los desafíos que aún falta por abordar en el contexto de este nuevo y revolucionario entorno regulatorio.
Importantes progresos se esperan para los próximos meses en lo que respeta a la Ley 20.920, también conocida como Ley del Reciclaje, Ley de Responsabilidad Extendida del Productor o Ley REP. Y es que mientras los Decretos Supremos que fijan las metas de recolección y valorización para Neumáticos fuera de uso (NFU) y Envases y Embalajes (EyE) ya están vigentes, desde 2023, en noviembre pasado se publicó el correspondiente al de Aceites lubricantes usados (ALU), que entrará en vigor a fines de 2026.
En tanto, se presentará en junio la propuesta final del Decreto Supremo para Pilas y Aparatos Eléctricos y Electrónicos (P+AEE) ante el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad; mientras que, en el transcurso de este 2025, debería publicarse el anteproyecto del DS para Baterías fuera de uso (BFU), para ser sometido a consulta pública. Finalmente, se espera también que este año los residuos textiles sean declarados de manera oficial como un nuevo producto prioritario.
Se trata, sin duda, de un escenario agitado y desafiante para todos los productores e importadores que introducen productos prioritarios al mercado y es en este escenario que Espyral se plantea como una alternativa de asesoramiento a empresas, facilitando su transición hacia modelos circulares que les permitan adaptarse y cumplir con las obligaciones de la Ley REP.
Cristián Morales, gerente general de Espyral, ingeniero civil químico de la Universidad de Concepción y MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez, destaca que la consultora ha sido partícipe en las distintas etapas por las que ha atravesado esta normativa. “Si bien la empresa como tal la fundamos un año después de la promulgación de la Ley REP, hemos acompañado todos los procesos de la elaboración de los reglamentos, anteproyectos, decretos, y planes de gestión”.
“De hecho, hemos realizado cinco planes de gestión [de sistemas de gestión] individuales aprobados por el Ministerio del Medio Ambiente, para Neumáticos y para Envases y Embalajes. En ese sentido, para nosotros la implementación de esta ley ha sido muy importante y gratificante, porque siempre hemos estado en comunicación y búsqueda de entender su aplicación. Ha sido un trabajo redondo, porque estamos involucrados desde el comienzo”, señala Cristián Morales, en conversación con País Circular con motivo del Mes del Reciclaje.
-¿Cuál es la estrategia de Espyral para incorporar a una empresa en el nuevo marco regulatorio?
Muchas empresas buscan hoy transitar hacia modelos más circulares y sostenibles, por lo que tienen que ver la Ley REP como una palanca de cambio dentro de su proceso. Al ser esto un cumplimiento legal, con las obligaciones que tienen los consumidores industriales de gestionar los residuos de sus productos prioritarios, impulsa a que se generen cambios dentro de las empresas. Y estos cambios tienen que ir desde la prevención hasta el manejo del residuo en el reciclaje.
Incluso, algunos de nuestros clientes han generado cambios en la planificación del producto y hasta en las áreas de supply chain en la búsqueda de proveedores más sostenibles. Es decir, se generan cambios en un espectro mucho más amplio que solamente a nivel de empresa. Y esa es la idea. Con nuestros clientes trabajamos con estrategias de sostenibilidad y cumplimiento ambiental que van más allá de la Ley REP. Entonces, si bien somos especialistas en el cumplimiento de la ley, ofrecemos una gestión integral desde todas las áreas.
-Como complemento a su estrategia acaban de lanzar REPositorio, ¿en qué consiste esta herramienta digital de Espyral?
Repositorio es un software que desarrollamos para automatizar y simplificar la gestión de la Ley REP. Lo que hicimos fue volcar en esta plataforma el conocimiento adquirido que tiene que ver con el cálculo, y la estimación de líneas de base de Envases y Embalajes, en distintos tipos de empresas. Entonces, a partir de los desafíos que tenían estas empresas para poder declarar año a año, de acuerdo al segundo transitorio, fuimos generando metodologías y mejores prácticas que permiten calcular, estimar y entender la materialidad de los Envases y Embalajes, desde la información que una empresa puede tener de forma relativamente sencilla.
Todo esto lo volcamos en un algoritmo con distintas alternativas y así las empresas pueden cumplir con un método que está documentado con buenas aproximaciones. El objetivo es que, de una forma eficiente y eficaz, una empresa logre calcular razonablemente los envases y embalajes que pone en el mercado cada año.

“Con el pasar de los años, con los sistemas de gestión funcionando y con campañas activas de difusión, lo que nos consta, ya es momento en que deberíamos tener muchas más empresas cumpliendo con su obligación a través del sistema de gestión. Hoy día ya empieza a ser cada vez más inexcusable para una empresa declarar que no ha tenido información o que le ha costado entenderlo”.Cristián Morales, gerente general de Espyral.
-En el marco de su implementación, ¿cuáles cree que han sido los principales obstáculos de la Ley REP?
De partida, ha sido un proceso largo y los plazos se han extendido más de lo que hubiésemos esperado, desde la promulgación de la ley en el 2016 y luego con los decretos que fijan las metas para todos los productos prioritarios. Eso por un lado. Pero después, con la implementación de la normativa, hemos detectado dos núcleos de empresas. Uno que estaba consciente y que ha estado siempre pendiente del cumplimiento y que incluso empujó la formación de los sistemas de gestión colectivos en Envases y Embalajes y en Neumáticos, buscando una forma eficaz de llevarlos a cabo.
Y otro núcleo importante de empresas que desconoce las obligaciones que le presenta la normativa o que entiende la Ley REP solo como un tema de gestión de residuos y no logra ver las implicancias que tiene desde el principio. Desde entender que sus obligaciones están ligadas a la cantidad de productos prioritarios que ponen en el mercado y no a la cantidad de residuos que generan necesariamente. Y de ese universo de empresas, hay muchas que todavía no están cumpliendo con la principal obligación, en el caso de Envases y Embalajes, y Neumáticos, que es contar o adherir a un sistema de gestión para asegurar el cumplimiento de las metas de recolección y valorización.
-¿En qué cree que radica ese incumplimiento?
Desde que el Ministerio del Medio Ambiente inició en 2017 el proceso de pedir declaraciones a las empresas sobre la cantidad de productos prioritarios introducidos al mercado, ya se podía ver que las empresas que estaban cumpliendo con esa obligación de informar eran pocas. Y fueron alrededor de cinco o seis años, hasta antes de que rigieran las obligaciones, que se dio para que las empresas empezaran a entender esto y a asumir este rol. Pero la verdad es que no hubo mucho impacto y nunca se incrementó demasiado ese número de empresas.
Nosotros tenemos datos de las primeras declaraciones en que la cantidad que declaraba era del orden de 1.000 empresas. Y ahora, las que cumplen sus obligaciones en Envases y Embalajes son 2.500 o 3.000, versus las 14.000 que estimaba el Ministerio.
No sabemos si tiene que ver con temas de fiscalización o con una falta de información desde la parte estatal. Pero, independientemente de eso, hay complementos normativos que son responsabilidad de cada empresa estar revisando y poniéndose al día. Por lo tanto, con el pasar de los años, con los sistemas de gestión funcionando y con campañas activas de difusión, lo que nos consta, ya es momento en que deberíamos tener muchas más empresas cumpliendo con su obligación a través del sistema de gestión. Hoy día ya empieza a ser cada vez más inexcusable para una empresa declarar que no ha tenido información o que le ha costado entenderlo.

-Respecto a las metas que plantea esta normativa, ¿le parecen livianas o ambiciosas?
Para facilitar este nuevo cumplimiento, tanto en Neumáticos como Envases y Embalajes, las metas partieron desde lo que el Ministerio tasó, de acuerdo a los estudios que tenían de las cantidades de lo que se reciclaba, previo a la implementación de la Ley REP. Entonces, en los primeros años podríamos decir que no son metas desafiantes. Pero ya hoy día, en que estamos en el tercer, cuarto año, las metas se incrementan considerablemente para ambos productos prioritarios. Y por lo tanto, ya requieren una mayor atención principalmente a los sistemas de gestión.
A nuestro parecer, pensando en las dificultades que podría tener una normativa como ésta, las metas de los primeros años privilegiaron la puesta en marcha de los sistemas de gestión y el cumplimiento. Pero ahora éstas son mucho mayores, lo que tiene que ver con la madurez que deben ir alcanzando los sistemas de gestión para lograr lo que impone la ley.
-Frente a los Neumáticos fuera de uso y Envases y Embalajes, cuyas metas ya rigen, ¿qué desafíos requieren ser abordados?
Cada producto prioritario tiene sus particularidades. En el caso de los Neumáticos, la capacidad de procesamiento de neumáticos ha crecido. En el caso de Envases y Embalajes, y también de los Neumáticos, hay un problema con el mercado de los materiales reciclados. O sea, en la medida que no existan salidas para estas materias primas recicladas, y con el aumento de metas, cada vez va a ser más difícil. Entonces, un desafío importante es poder encontrar alternativas para poner de vuelta en el ciclo todos estos materiales que se están reciclando y que cada vez van a ser más.
Y en el caso de los Aceites lubricantes usados, en Chile ya se reciclan en una cantidad importante, pero quizás un desafío está en la trazabilidad de estos aceites y corroborar que todos sean gestionados por empresas autorizadas para asegurar que los productos cumplan con la normativa.
-En cuanto al anteproyecto para Pilas y Aparatos Eléctricos y Electrónicos, ¿qué temas deberían afinarse?
Se entiende que el anteproyecto va a sufrir varias modificaciones desde la entrega del decreto. Pero tanto Pilas como Aparatos Eléctricos y Electrónicos presentan desafíos muy particulares y que tienen que ver principalmente con la capacidad de gestión en el país. Por eso es importante que se aclare cuáles aparatos entrarán en la normativa y cuáles no, porque hay distinciones y exclusiones que hace el anteproyecto y que no sabemos si van a venir después.
Hasta el momento, el Ministerio ha pedido que se declaren todos los Aparatos Eléctricos y Electrónicos con una definición muy amplia, que es básicamente cualquier aparato que funciona con corriente y que no supere los 2.000 voltios. Entonces, entra todo, independiente del fin o del uso. Pero el anteproyecto, que estuvo en consulta pública, hacía exclusiones, y entre las exclusiones estaban los que forman parte del concepto de grandes instalaciones industriales.
Pero, ¿qué es una gran instalación industrial? ¿Es una fábrica completa? ¿Son partes? ¿Qué pasa si algo entra o sale como repuesto? O ese mismo aparato eléctrico o electrónico que esté dentro de una gran instalación industrial, si lo usan en otro lugar o por otra persona, ¿va a tener las mismas obligaciones? Entonces, ahí se genera una separación.
Y lo mismo podría ocurrir con los paneles solares, porque si un parque solar se considera como una gran instalación que está excluida, según lo que dice el anteproyecto, todos esos paneles solares no estarían sujetos a metas. Sí lo estarían aquellos que no forman parte de esto, podrían ser por ejemplo paneles solares domésticos. Por eso es importante, primero, conocer cómo viene la propuesta; y después, ver cómo las empresas lo tienen que trabajar. Porque una misma empresa podría tener un producto que es una gran instalación industrial, al que no le aplican las metas, y tener el mismo producto que, por el destino, sí le aplican. Entonces es clave tener claridad.

“Tanto Pilas como Aparatos Eléctricos y Electrónicos presentan desafíos muy particulares y que tienen que ver principalmente con la capacidad de gestión en el país. Y por eso es importante que se aclare cuáles aparatos entrarán en la normativa y cuáles no”.Cristián Morales, gerente general de Espyral.