Desde Asexma Biobío explicaron que las pequeños y medianos exportadores son los más afectados y no han podido cumplir con los plazos con sus clientes en el extranjero. Escenario no se regularizaría en el corto plazo y se necesitaría una política de fomento.Por Lesly Zurita Arriagada
Los exportadores de la Región del Biobío no lo están pasando bien. Luego de una seguidilla de hechos nacionales e internacionales que afectaron la logística y la volatibilidad en los tipos de cambio, el frenazo producido por la pandemia del coronavirus no fue lo que más los golpeó, sino lo opuesto: la reactivación económica de China a partir de mayo de 2020.
El país asiático generó mejores ofertas para adquirir un mayor número de contenedores y países como Chile fueron de los más afectados, particularmente los pequeños y medianos exportadores que no tienen los recursos para pagar los precios que se manejan actualmente por el alza en la demanda. Un contenedor estándar cuesta 1.000 dólares traerlo desde Santiago y 2.000 dólares enviarlo al extranjero, el doble del precio ante de la pandemia.
Alfredo Meneses, gerente general de la Asociación de Exportadores y Manufacturas Asexma Biobío indicó que «cuando se producen estos cambios tan bruscos, países como el nuestro -que están un poco a la cola- se ven ciertamente afectados y las grandes compañías son las que se llevan el nivel de exportaciones, las pequeñas empresas son las que ven los efectos».
Y pese a que en noviembre ya se vislumbraba la afectación por este problema, siempre se pensó que se «autorregularía» y que se retornaría a la normalidad con el pasar del tiempo. Sin embargo, ahora hay escasas expectativas de que eso suceda y que -como en muchas otras áreas- esta sería la nueva normalidad.
ESCENARIO EN CONTRA
Meneses grafica que las afectaciones hacia su rubro partieron con «la tensión global de la guerra comercial de (Donald) Trump con China, eso nos impacta en la cara porque son nuestros principales dos socios comerciales. Eso generó volatilidad en los tipos de cambio de manera brutal, especialmente las pymes. Luego viene el estallido social, que genera ciertos quiebres en la logística por las tomas y barricadas de los caminos y que -de alguna u otra forma- generaron una presión asociada en el transporte».
Luego llegó la pandemia, lo que derivó que entre enero y marzo del 2020 existiera un frenazo. «Las cifras fueron cayendo a pesar de que los agentes logísticos mantenían esto funcionando, pero se fueron mermando los tiempos y eso fue manteniendo un cierto letargo», recalcó Meneses.
Desde mayo del año pasado, China comenzó a controlar sus casos de covid-19 y con eso se reactivó la economía y el gerente general de Asexma puntualizó que, en la reapertura de sus puertos, China «mejoró los precios de la póliza de las navieras, que significó que les mandaran todos los container, llenos o vacíos y eso significó que el resto de los países se quedaran sin contenedores».
En el mundo son cerca de 77 millones los contenedores circulantes y, de ese total, 5 mil son los que demanda Chile. Y si bien los efectos se hicieron latentes en noviembre, los agentes económicos pensaron que el escenario se iba a mejorar en diciembre y luego en marzo. Pero nada de eso pasó. Meneses cree que el problema es más profundo de lo que se cree y desde Pymemad (pymes madereras) ya informaron que en su sector las exportaciones han caído un 87% principalmente por la falta de contenedores.
CONTRATOS EN RIESGO
Los principales afectados son las pequeñas y medianas empresas, que no pueden costear las alzas de precios de los contenedores disponibles, a raíz del aumento de la demanda, mientras que las grandes empresas chilenas han logrado ser competitivas en los precios y cantidad que necesitan.
Alfredo Meneses explicó que «nuestra Región está absolutamente desbalanceada, porque exportamos más de lo que importamos y el ideal es que un contenedor llegue con mercadería y se vaya con mercadería. En nuestro caso, si traemos un contenedor vacío, hay que pagar el doble. Pero también afecta de los retails no sólo desembarquen en la zona central, sino que también lo hagan por el Biobío y abarataría la cadena logística, en este caso, de los containers».
Pone como ejemplo un vehículo que desembarca en San Vicente, Talcahuano, luego se lo llevan a Santiago y desde ahí, se retorna a Concepción. Costo que asume el comprador.
Sin embargo, hay otro punto que Meneses pone sobre la mesa respecto de los efectos que esta baja en las exportaciones de las pymes podría traer: ProChile ha abierto distintos mercados para este tipo de empresas al lograr acuerdos con importadores. «Ahí vendes una relación comercial y el problema es que si no empiezas a cumplir en forma oportuna los tiempos, se empieza a corroer esa relación».
A lo anterior se tiene que sumar existe algún brote covid o algún paro de trabajadores portuarios que puedan retrasar aún más la logística.
Y si bien las pymes son las más afectadas, Meneses recalca que la afectación es para todos los exportadores por igual, independiente del producto que comercialicen.
Los actores de la exportación local se han reunido con distintas autoridades para poder articular alguna solución. En el caso de Asexma, se está en conversaciones con la Subsecretaría de Hacienda. Pero Meneses es claro en que no se ve una solución en el corto plazo y podría requerir mayores esfuerzos.
«Esto es un tema que rebota a nivel global, pero con la diferencia de que en la Región del Biobío el comercio exterior representa casi el 53% del PIB y en Chile es casi la misma línea. Por eso nos toca más fuerte que en otros países vecinos», insistió el gerente general de Asexma Biobío.
Por eso Alfredo Meneses cree que el camino es llegar a una política de acuerdos, porque en la práctica, hoy el que tiene más dinero logra tener un contenedor y el resto no. Y pone de manifiesto que un empresario hace 10 meses que no logra hacer un envío al extranjero por la falta de contenedores.
CONTENEDORES PROPIOS
El gerente general de Asexma Biobío indica que la principal empresa que entrega contenedores, Maersk instaló una planta en San Antonio para fabricar este medio de carga. Pero se cerró en junio de 2018. En ese momento argumentaron su decisión a la «sobreproducción de contenedores en el mundo, en combinación con la dificultad permanente para obtener, a nivel regional, los proveedores de insumos esenciales para la fabricación de contenedores».
Según Meneses, «si como país hubiésemos mantenido esa fábrica, quizás esta situación actual hubiera sido distinta, lo digo porque para mí es bien dramático ver cómo las oportunidades se nos van de las manos».
«Nuestra Región está absolutamente desbalanceada, porque exportamos más de lo que importarnos y el ideal es que un contenedor llegue con mercadería y se vaya con mercadería, si no se paga el doble».
Alfredo Meneses, gerente general Asexma Biobío.
Actualmente traer un contenedor desde Santiago vale 1.000 dólares y llevarlo al extranjero 2.000 dólares, el doble que antes de la pandemia.