Consolidación del sistema de cuatro partes y el poder de las marcas: expertos debaten desafíos para el modelo de pagos con tarjetas en Chile

El economista y experto de Ceco, Claudio Agostini, y las investigadoras Dominga Fantoni y María Sofía Bucher.

El mercado de medios de pago con tarjetas ha tenido cambios profundos en los últimos años, con disputas recurrentes en los tribunales, entre los distintos actores, por las mismas modificaciones que ha experimentado. Las marcas de tarjetas –como Visa y MasterCard–, los bancos, los comercios y adquirentes –como Transbank–, todos tienen su visión e intereses en el debate. Por ello, en el Centro de Competencia (CeCo) de la UAI decidieron entrar al tema desde una mirada externa técnica, con un estudio que analiza este mercado y sus nuevos desafíos.
Esto mientras los actores esperan el fallo de la Corte Suprema sobre las instrucciones del TDLC respecto de la competencia en el sistema. «Hasta ahora lo que más se ha destacado son los conflictos en las cortes, por lo que nos parecía relevante tener una mirada económica, neutra, que no toma partido por ninguno de los actores. Y como segundo objetivo, y dado que estos temas se han ido zanjando en las cortes, quisimos ver qué se viene hacia adelante», señala el economista y experto de CeCo Claudio Agostini.
El centro encargó a las economistas María Sofía Bucher y Dominga Fantoni el documento «Mercado de medios de pago con tarjeta en Chile: Análisis económico y su transición al M4P», que será presentado el próximo martes en la UAI. En el encuentro expondrán también representantes de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), la Asociación de Bancos (Abif), Transbank, la Asociación de Fintech y de Visa.
En el estudio, Bucher y Fantoni relatan la transición desde un modelo de 3 partes (M3P) a un modelo de 4 partes (M4P). Este último es el tipo de organización más utilizado en el mundo y, según las autoras, en Chile aún está en desarrollo. «Existen cuatro condiciones que deben cumplirse para que el mercado de pagos opere de forma plena: separación de la adquirencia y emisión; interoperabilidad; competencia en la adquirencia, y regulación de la tasa de intercambio», plantean. «Hay discrepancias en torno al estado de avance en el que se encuentran dichas condiciones», agregan.
Fantoni sostiene que es un mercado que se debe seguir regulando; por ejemplo, «se deben regular las tasas de intercambio, por el poder de mercado que tienen las marcas (de tarjetas) no solo en Chile, sino que en general en el mundo». «Además, en Chile hay otras particularidades, como el poder de mercado del principal adquirente, Transbank, y también de algunos bancos emisores. En distintas partes del mercado, existen algunos problemas que dificultan la libre competencia», agrega Bucher.

Cuatro condiciones para las cuatro partes

Respecto de la primera condición para un modelo de cuatro partes, que se refiere a la separación de la adquiriencia y la emisión, las investigadoras destacan que el término de todos los mandatos a Transbank por los emisores (bancos) puso fin a la actuación conjunta de emisores en la adquiriencia.

En segundo lugar resaltan, que Transbank ha suscrito contratos de licencia de adquiriencia con las marcas, lo que ha modificado la forma en que remunera a los emisores por concepto de transacciones, quedando sujeta a la tasa de intercambio explícita.

En cuanto a la interoperabilidad del sistema, exponen que las autoridades han exigido cambios tecnológicos que han llevado a importantes avances. No obstante, estos procesos de ajustes tecnológicos han tomado tiempo y el sistema todavía no cuenta con interoperabilidad completa entre los distintos actores del mercado, advierten. Más difícil de evaluar –dicen-es la condición relativa al nivel de competencia en la adquirencia.
Quienes argumentan que ese mercado ya es suficientemente competitivo hacen énfasis en la entrada de nuevos actores a este segmento del mercado, como las redes de adquirenc i a d e S a n t a n d e r, B C I o BancoEstado. Sin embargo, Transbank continúa teniendo una amplia participación de mercado. En el estudio detallan que en 2022 Transbank concentró el 85,6% de las transacciones no presenciales, mientras que en las presenciales se ubicó en 99,8% entre 2019 y 2020.


Tasas de intercambio, ¿muy altas?

Finalmente, respecto de la cuarta condición, que se refiere a la regulación de la tasa de intercambio, destacan que ya están establecidos los límites que se puede cobrar para tarjetas de débito, crédito y prepago.
Las autoras detallan que el comité que fijó las tasas de intercambio basó su decisión en el método de costos, y la implementación de estos límites consta de tres etapas: un «congelamiento» inicial de las tasas vigentes a la fecha en que se publicó la resolución del 22 de febrero de 2023, durante 6 meses. Luego una reducción por un período de 12 meses y, por último, una reducción al 18vo mes tras la publicación de los límites.
Las tasas de intercambio máximas para las tarjetas de débito, crédito y prepago l l e g a r á n a 0, 3 5 %, 0, 8 0 % y 0,80% del valor de la transacción, respectivamente.
No obstante estas definiciones, Bucher advierte que «no hay consenso en que sea la regulación o límite adecuado». En opinión de Agostini, las tasas de intercambio que se fijaron quedaron «muy altas». «En Europa están reguladas desde 2015 y son entre 0,2% y 0,3%. ¿Qué justificaría que en Chile sean más altas? Si uno compara con el estándar internacional en mercados con tasas de penetración de tarjetas similares al de Chile, acá quedaron muy altas, dos o tres veces más de lo que deberían ser. Y eso favorece a las marcas, y a los emisores», afirma. Desafío: el poder de las marcas Hacia adelante, se plantea que uno de los principales desafíos será el poder que tienen las marcas y cómo se continúa desarrollando la regulación para ello. El estudio señala que Visa y Mastercard han mantenido consistentemente una elevada participación de mercado en el país, con una tendencia incluso al alza en los últimos años.
Por ejemplo, a marzo de 2022, la participación de mercado conjunta de Visa y Mastercard, en tarjeta de crédito, está entre 86,4% (en tarjetas vigentes) y 97,8% (en número de transacciones). Para las investigadoras, la discusión que se viene en Chile es respecto de cómo se regulan ciertas reglas obligatorias que imponen las marcas a los actores del mercado: «honor all cards» y «no surcharge», y que han sido analizadas en otros países.
En parte, estas fueron tocadas en las instrucciones generales sobre las condiciones de competencia en el mercado de medios de pago que dictó en agosto del año pasado el TDLC, y que fueron apeladas ante la Corte Suprema por varios actores (ver recuadro). Estudio de CeCo analiza el desarrollo del mercado y sus perspectivas Consolidación del sistema de cuatro partes y el poder de las marcas: expertos debaten desafíos para el modelo de pagos con tarjetas en Chile DAVID LEFÍN Investigación concluye que aún se están implementando las cuatro condiciones para el modelo de cuatro partes: separación de la adquirencia y emisión; interoperabilidad; competencia en la adquirencia, y regulación de la tasa de intercambio, las que habrían quedado «muy altas» para estándares internacionales. n A la espera del fallo de la Corte Suprema A mediados de septiembre de 2022, varios actores de la industria apelaron ante la Corte Suprema las instrucciones generales sobre las condiciones de competencia en el mercado de medios de pago que dictó en agosto del año pasado el TDLC. Empresas como Cruz Verde, Copec, Amex, Visa, Banco Santander, Mastercard, Sencillito, Tenpo, FinteChile, entre otras, interpusieron reclamos.
El proceso que llevó a cabo el TDLC formuló nuevas regulaciones a las condiciones comerciales establecidas por las marcas de tarjetas, así como también, en las relaciones entre los operadores adquirentes, los proveedores de servicios para procesamiento de pagos y los comercios afiliados a esos sistemas de pago con tarjetas.
En paralelo, Mastercard ingresó el 11 de enero al Tribunal Constitucional (TC) un requerimiento de inaplicabilidad por inconstitucionalidad contra la facultad del TDLC de dictar ese tipo de instrucciones, las que calificaron de «retroceso» al avance que ha tenido el mercado de los medios de pago con tarjetas. El pasado 25 de abril de 2023, el TC declaró inadmisible dicho requerimiento, por carecer de fundamento plausible. Esto reactivó el recurso de reclamación interpuesto en la Corte Suprema en 2022, que había quedado paralizado a la espera de la decisión del TC. Ahora el sector está pendiente del pronunciamiento del máximo tribunal. Consolidación del sistema de cuatro partes y el poder de las marcas: expertos debaten desafíos para el modelo de pagos con tarjetas en Chile.

fuente: El Mercurio Cuerpo B

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