Entre enero y marzo de 2023, las ventas digitales se desplomaron un 32,9% en relación a igual período de 2022, según las cifras de la Cámara Nacional de Comercio (CNC).
Las ventas online del retail no logran escapar del complejo escenario que vive el sector minorista por la disminución en los niveles de consumo entre los chilenos, luego del boom que se produjo en la pandemia por la mayor liquidez disponible por los retiros previsionales y apoyos fiscales. De esta manera, el comercio electrónico acumuló una nueva baja durante el primer trimestre de este año.
Este desempeño, señalaron desde el gremio, se ubicó en línea con la «desaceleración en el consumo». Con ello, las ventas online registraron su quinto trimestre consecutivo de variaciones negativas. Al hacer el análisis por mes, en enero de este año se evidenció la mayor baja del trimestre, con un descenso de 36% real en relación a igual lapso de 2022.
En febrero y marzo se registraron contracciones interanuales de 35,2% y de 28,6%, respectivamente. «Lo que estamos viendo es una normalización de las ventas online en el último año tras los insosteniblemente altos niveles alcanzados durante los meses de mayor encierro y de alta liquidez dado los retiros y ayudas fiscales», dijo Bernardita Silva, gerente de Estudio de la CNC.
En este sentido, recalcó que el comercio electrónico está siendo afectado «por la desaceleración en el consumo, al igual que los resultados de las ventas presenciales, donde se ven fuertes caídas en lo bienes durables del retail e incluso estas son más pronunciadas en el canal digital». Por categorías, el gremio resaltó que durante el primer trimestre Artículos Electrónicos anotó una baja de 40% real anual; seguido por Línea Hogar con un descenso de 31,1% real y Muebles marcó una contracción de 28%. Vestuario cayó un 21,1% y Calzado registró un retroceso de 8,1% real en el período.
Si bien Silva indicó que las ventas online están avanzando hacia «niveles más estables», recalcó que el e-commerce mantiene un fuerte impulso al compararlo con la prepandemia, dado que sus resultados se ubican un 57,8% previo a la crisis sanitaria. «La participación del canal online dentro de las ventas del retail está en un 21%, muy por encima también de lo que se registraba en 2019 (7%), dando cuenta que la alternativa digital llegó para quedarse y seguirá potenciándose», sostuvo.
Hacia adelante, Silva estimó que los índices de ventas digitales continuarán a la baja proyectando un débil consumo, presiones inflacionarias y bajos niveles de confianza entre los consumidores. «Para el segundo trimestre probablemente veamos una caída más pronunciada dada la mayor base de comparación que se enfrenta, junto a un evidente menor consumo de los hogares, sobre todo en aquellas categorías que no son de primera necesidad, donde las decisiones de consumo se han visto afectadas por una alta inflación que se ha mantenido más persistente en el tiempo afectando el poder adquisitivo», manifestó. «A esto se suman las mayores tasas de interés que encarecen la carga financiera de los hogares, un mercado laboral que ha perdido dinamismo y confianzas de los consumidores que se mantienen pesimistas, lejos aún del nivel neutro», agregó.
