La economía chilena suma señales de ajuste del consumo y la inversión al partir el año 2023

Nuevas bajas en importaciones, en el dinero circulante y remuneraciones volvieron a corroborar el ajuste, entendido como consumo e inversión, que está experimentando el gasto. Un escenario acorde con la misma desaceleración de la actividad económica previsto para 2023, que incluso arriesga terminar con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) como parte del reacomodo de equilibrios que busca la autoridad luego del boom de 2021. En este último período a los retiros de fondos previsionales y ayudas estatales en medio de la pandemia-, la expansión del PIB bordeó el 12%, el consumo privado superó el 20% y la formación bruta de capital fijo casi 18%. En 2022 estos números fueron reemplazados por alzas del orden de 3% y para este ejercicio se prevén caídas de 1%, 5,9 % y 5, 0%, respectivamente. POR M. TOLEDO Y C. LEÓN

Importaciones completan cuatro meses de bajas y la peor parte se la llevan los bienes durables internaciones de productos intermedios y de capital volvieron a mostrar descensos al partir el nuevo ejercicio. Por cuarto mes seguido cayeron las importaciones chilenas. El Banco Central informó que las internaciones sumaron US$ 6.883 millones CIF en enero, un 19% menos que frente a igual lapso de 2022. Las compras de bienes de consumo anotaron su quinta contracción, la que alcanzó a 27,5 %de la mano de baja en los bienes durables, la séptima seguida.
Al igual que en el último registro, las adquisiciones de automóviles desde el extranjero aumentaron -ahora un 2,4%-, en contraste con caídas en computadores (-57%), celulares (-8,5%), televisores (56,9 %) y de electrodomésticos (-66,1 %). También hubo descensos en vestuario y calzado y otros bienes, incluidas carnes, otros alimentos, bebidas y alcoholes, gasolinas, gas licuado, medicamentos y perfumes. Las compras de bienes intermedios profundizaron su caída a 17,6 % en respuesta a la baja de 1,1% de los productos energéticos.
A este cuadro se unió que la internación de bienes de capital va consolidando su peor desempeño, al haber registrado su cuarto descenso seguido, ahora de 9,1%. Para el economista de Gemines, Alejandro Fernández, estas cifras son coherentes con la desaceleración del consumo, algo que continuará por varios meses. Y en el caso de productos intermedios para la producción y de capital maquinariashablan del freno en la actividad y en la inversión.
En la misma línea, desde Coopeuch destacaron que las cifras reflejan una trayectoria para la balanza comercial -que llegó a US$ 2.596 millonesconsistente con un déficit de cuenta corriente que comenzará a moderarse a partir de este trimestre.
Ventas a la baja Lo anterior se condice con el Termómetro Semanal de las Ventas Minoristas de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), que dio cuenta de un descenso nominal anual de 5,2% la cuarta semana de 2023.
“En enero continúa influyendo una mayor base de comparación, dada la aún existente mayor liquidez que hubo tras los retiros y ayudas fiscales y que siguió estando presente durante la primera mitad de 2022”, afirmó la gerente de Estudios de la CNCBernardita Silva.
A esto, opinó, se une la desaceleración del consumo debido a la alta inflación, menor poder adquisitivo, pesimismo e incertidumbre económica de parte de los consumidores y un mercado laboral debilitado, donde se ve un estancamiento de la creación de empleos formales y su calidad.

Verano en modo ajuste: el dinero en los bolsillos de las familias acusó nueva baja El Mi se contrajo 26% anual en enero, moderándose desde la caída de 27,6 % de diciembre. Las bajas del agregado se mantendrían al menos durante el primer trimestre. El ajuste de la economía chilena siguió su curso en la apertura de 2023, y así lo reflejan diferentes ingredientes, entre ellos los agregados monetarios. El concepto hace referencia al dinero en poder del sector privado no bancario, o sea en manos de las familias, y el llamado “M1” evidencia que el circulante siguió a la baja desde períodos anteriores. El agregado M1 corresponde al dinero más líquido y considera billetes y monedas en circulación, cuentas corrientes y a la vista. En enero presentó una contracción anual de 26%, algo más moderada que la baja de 27,6 % que había alcanzado en diciembre. La merma, detalló el Banco Central este martes, se explica por la evolución de todos sus componentes, la que sigue la tendencia ya vista en los últimos meses. Las caídas en doce meses del Mi comenzaron en mayo de 2022, y desde ahí no han parado.
La de enero es, entonces, la novena variación negativa consecutiva del indicador, y está lejos del aumento de 63,6 % que se registró en el mismo mes de 2021, en plena pandemia y cuando se inyectaban millones a la economía mediante los retiros desde las AFP.
En un informe enviado a sus clientes, el equipo de STE Capital, liderado por el economista Sergio Godoy, precisó que en enero aumentó la velocidad de la caída del M1 respecto a diciembre, lo que indica “un mayor deterioro de la actividad hacia adelante”. Godoy espera que el Mi siga cayendo al menos durante el primer trimestre de este año, “mientras la Tasa de Política Monetaria (IPM) se siga manteniendo alta y el Producto Interno Bruto (PIB) siga contrayéndose”. ,Pero, anticipa que a partir de abril-junio y, especialmente en el segundo semestre del año, dicho agregado empezaría a recuperarse, “lo que se explicaría por la caída agresiva de la TPM y cierta mejora de los datos del PIB”, detalla. El antes mencionado no es el único agregado monetario: el Banco Central también mide cada mes lo que ocurre con los llamados M2 y M3.
El primero de estos dos últimos considera tanto al M1 como los depósitos a plazo en pesos chilenos, y en enero creció un 5%, superando el 2,6% que había aumentado en diciembre pasado. ¿Qué explica el desempeño del agregado? El instituto emisor detalló que se debe a una mayor contribución de los bonos bancarios y de los depósitos a plazo.
El M3, en tanto, está compuesto por el M2, por los depósitos en moneda extranjera y por la tenencia de bonos por parte del sector privado no bancario, y el mes pasado tuvo una variación anual de 3,4%. El incremento fue superior al alza de 3,1% registrada en diciembre, y se entiende por el avance del M2, que fue compensado parcialmente por una menor tenencia de bonos de la Tesorería General de la República y de documentos del Central en manos del sector privado no bancario.

La inflación sigue haciendo daño: salarios reales registran 15 meses de retrocesos Ml En diciembre el indicador acusó un descenso de 1,7%, según informó el INE. La inflación le sigue pasando la cuenta a los trabajadores locales. Así lo reflejaron los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), según los cuales el Índice nominal de remuneraciones (IR) subió 10,8 % frente a igual mes de 2021. Ajustadas por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), se observa una caída de 1,7% en doce meses. Con este dato, los salarios reales de los trabajadores acumulan 15 meses de descensos.
Estas cifras se dan en un marco en el cual durante 2022 el IPC acumuló una variación anual de 12,8 %. En doce meses, las horas totales medias mostraron un alza de 1,3%, lo que implicó que las ordinarias subieron 1,1% y las extraordinarias 7,1%. La remuneración media por hora ordinaria se situó en $ 6.162. Para las mujeres, el valor alcanzó $ 5.847 y para los hombres, $ 6.435.
La brecha de género de la remuneración media por hora ordinaria fue -9,2%, mientras que la del costo de la mano de obra por hora total fue -9,1%. Comercio nuevamente fue el sector que más incidió en la variación positiva a doce meses del IR. En este destacaron las empresas grandes, seguidas por las pequeñas y las medianas. Según grupo ocupacional, los más relevantes fueron trabajadores de apoyo administrativo, vendedores, profesionales y trabajadores no especializados. Industria manufacturera consignó la segunda mayor influencia positiva; seguido por actividades financieras y de seguros.
El repunte de la región Los datos de salarios en Chile coincidieron con el reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el mercado laboral de América Latina y el Caribe, que casi dejó atrás los efectos de la pandemia. A tres años del shock sanitario, el empleo de la región retornó a los valores previos a la crisis.
En el tercer trimestre de 2022 la tasa regional de ocupación fue 58,4 %, la de participación de 62,7 % y la tasa de desocupación de 6,9%. En igual período de 2019, los números eran de 58,2 %, 63,5 % y 8,4%, respectivamente. Pese a que las cifras muestran una recuperación, la OIT advirtió que este escenario esconde algunos factores de precarización laboral. Así, por ejemplo, el informe dice que desde mediados de 2020 la recuperación de los puestos de trabajo ha estado traccionada por el crecimiento de las ocupaciones informales.
Este, precisó, “ha dado cuenta de entre 40% y 80% del aumento neto de trabajo entre el tercer trimestre de 2020 y el tercer trimestre de 2022”. “Un dato preocupante es que en varios países de la región la tasa de informalidad en el segundo o tercer trimestre de 2022 era similar o incluso más elevada que la observada en el cuarto trimestre de 2019”, advirtió el reporte.

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