Acero verde: qué distingue a las empresas líderes a nivel mundial

¿Es posible producir acero disminuyendo el impacto ambiental? Existen indicios que apuntan hacia una respuesta afirmativa. Considerando que la cantidad de toneladas de CO2 que las siderúrgicas emiten al medioambiente las han convertido en una de las industrias más contaminantes, existen iniciativas internacionales que aspiran a reducir al mínimo, incluso a cero, la liberación de gases de efecto invernadero. En Chile, la empresa AZA ha obtenido acero a través del reciclaje de chatarra ferrosa por casi 7 décadas, lo que la ha convertido en uno de los ejemplos nacionales para reducir el impacto medioambiental.

El acero es una de las aleaciones más solicitadas en el mundo por los diferentes usos que se le da: puede ser el núcleo de estructuras de viviendas y edificios, como también de esculturas, monumentos, vehículos y maquinaria para diferentes industrias. Se puede decir, a grandes rasgos, que el acero sirve para todo.

Se puede reciclar de forma sencilla y la facilidad que ofrece para ser trabajado convierten al acero en uno de los materiales más dinámicos que se pueden encontrar en el mundo. Sin embargo, uno de los principales problemas es que la industria siderúrgica es una de las que más emisiones de dióxido de carbono emite a la atmósfera.

Tras la firma del Acuerdo de París (2015), donde 195 países miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a controlar las emisiones de dióxido de carbono, la industria siderúrgica se enfrentó al desafío de cómo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero -principales causantes del cambio climático- para seguir produciendo este preciado material.

Considerando esta problemática, muchas empresas que usan acero, pero que no lo producen, también se han comprometido a reducir las emisiones utilizando solo material sostenible, como pasa con marcas como BMW, Mercedes Benz, Volvo o Audi. De esta forma, el concepto de acero verde se ha tomado la agenda de innovación medioambiental, en un intento por seguir produciendo la aleación sin afectar al medioambiente y entregando las cantidades de material que las diferentes industrias requieren.

Se estima, de forma aproximada, que para obtener una tonelada de acero se emiten casi dos toneladas de dióxido de carbono, a través del uso de carbón en hornos industriales, en lo que es conocido como la forma convencional de obtener acero. En el caso del acero verde, el objetivo es reducir al mínimo la emisión de contaminantes a través de diferentes métodos, como reemplazar el carbón por hidrógeno verde y electricidad, entre otros. Así, grandes conglomerados internacionales como Gerdau, Arcelor Mittal, Tata Steel y SSAB están dando el ejemplo, introduciendo innovadores sistemas para reducir sus emisiones, entre otras estrategias sustentables, vinculadas a energía y agua.

Iniciativa nacional

En Chile, una de las empresas pioneras es Aceros AZA, que a inicios de este año logró disminuir en al menos un 50% sus emisiones, adelantándose en casi una década a lo que se habían propuesto. El siguiente desafío es alcanzar las cero emisiones para el año 2050.

Daniela González, jefa de Sostenibilidad de Aceros AZA, explica que “las empresas que producen acero verde se diferencian por un fuerte compromiso con el cuidado del medio ambiente, enfocado principalmente en responder al cambio climático y tomar acciones concretas para mitigarlo. Asimismo, buscan ser eficientes en sus procesos, transformándolos para lograr la circularidad y considerando las mejores prácticas para cuidar los componentes ambientales donde pueden impactar”.

La empresa opera desde 1953 en Chile, caracterizándose siempre por impulsar una economía circular, ya que desde entonces se transformó en el principal reciclador de Chile, fabricando productos de acero a partir del reciclaje de chatarra ferrosa. En la actualidad, Aceros AZA recicla cerca de 600 mil toneladas de chatarra cada año.

Consultada sobre la relevancia de innovar en la producción de acero, disminuyendo el impacto medioambiental a través de su procesamiento, González detalla que “es importante avanzar porque existen beneficios ambientales tangibles para toda la sociedad. Por ejemplo, está la valorización de residuos, reducción de emisiones de CO2, ahorro de agua y energía. También demuestra el compromiso de la empresa con los diversos grupos de interés, permitiendo la sostenibilidad de sus negocios”.

Además de la declaración que cada empresa puede realizar de cómo son sus procesos de producción, existen a nivel mundial una serie de sellos que garantizan que efectivamente lo que dicen las compañías es veraz. En el caso de AZA, por ejemplo, este año ya cuentan con la International Renewable Energy Certificates (I-REC), un sello verde, reconocido mundialmente, entregado por Enel Generación que certifica que el 100% de la energía consumida por la empresa fue inyectada al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) por fuentes de generación renovables. A nivel gremial la empresa también es miembro de Climate Action, iniciativa de World Steel Asociation para agrupar compañías comprometidas a reducir la emisión de CO2.

Iniciativas internacionales

En el mundo existen diferentes empresas que, a través de sus iniciativas, han dado el ejemplo de cómo bajar las emisiones de gases de efecto invernadero.

SSAB

Una de las pioneras en instalar a gran escala el concepto de acero verde fue SSAB, compañía sueca que en 2020 instaló una planta piloto para obtener acero sin el uso de combustibles fósiles. De hecho, el año 2016 crearon la iniciativa HYBRIT, con la que propusieron fabricar aceros a partir de minerales a través de electricidad e hidrógeno verde, sin utilizar en el proceso carbón de coque. Para 2026, la compañía apunta a convertir el acero verde en un producto comercial, luego de que en enero de este año SSAB decidiera transformar todas sus plantas de producción tradicionales a sustentables para acelerar su transición ecológica.

Tata Steel

La multinacional de origen indio Tata Steel es otra empresa que ha incorporado en sus procesos productivos el factor ambiental. Desde 2018 la compañía ha intentado reducir sus emisiones de CO2, apuntando a eliminar cualquier contaminación para 2050. En este marco es que en Países Bajos la empresa anunció Zeremis Carbon Lite, que ofrece un 30% de reducción en la intensidad de CO2 emitido en comparación al promedio europeo.

Arcelor Mittal

Una de las más grandes siderúrgicas a nivel mundial es Arcelor Mittal y, como tal, también ha tomado medidas para frenar el cambio climático. Si bien la empresa tiene varias iniciativas para reducir la emisión de CO2, dos de las más llamativas son Carbalyst y Torero. La primera consiste en captar el CO2 emitido del proceso tradicional por el que se crea acero, convirtiéndolo en químicos de carbón reciclados, que posteriormente se pueden utilizar como combustible para el sector de transporte. En el caso de Torero, el proyecto es reemplazar el carbón con fuentes alternativas de carbono obtenidas de residuos forestales, agrícolas e incluso plásticos. Para esto están desarrollando una planta que convierta estos desechos en energía renovable a través de un proceso de torrefacción.

Gerdau

Si bien nació en Brasil hace más de un siglo, esta multinacional ya cuenta con operaciones a lo largo de todo el continente americano. Debido a su presencia internacional y su magnitud, la compañía también ha implementado medidas para reducir su impacto medioambiental. Para evitar contaminación al aire las plantas de la siderúrgica poseen modernos sistemas de remoción de material contaminante que permiten que todo lo filtrado sea posteriormente utilizado en otros procesos productivos. Además, considerando que el agua se utiliza en la producción de acero para enfriar los equipos y el material, Gerdau utiliza un sistema que permite reutilizar y tratar el agua, reduciendo su consumo.

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