Actualmente, los datos son uno de los principales activos para las compañías, pero también para potenciales atacantes.
Un informe de Kaspersky, dado a conocer justo antes del Black Friday del año pasado, determinó que el número total de ataques de phishing financiero disfrazado de sistemas de pago electrónico aumentó más del doble desde septiembre a octubre de 2021.
“El pago electrónico está experimentando un enorme crecimiento con una valoración global esperada de US$ 6,6 billones en 2021; esto representa un aumento del 40% en solo dos años”, señalaron desde la firma de ciberseguridad al presentar el estudio. Frente a ello, prepararse para los ciberataques es clave, explican desde Mastercard.
Lo primero es evaluar la madurez de las medidas de seguridad existentes, cuantificando el riesgo con factores específicos de la compañía, como tamaño, ingresos, número de empleados, región operativa e industria en la que se desempeñan.
Esto les permite dar prioridad a las acciones basadas en el impacto y mejorar su nivel de riesgos con el tiempo, señalan desde la firma, que adquirió recientemente RiskRecon, “una compañía que ofrece soluciones para evaluar de forma efectiva el riesgo cibernético de las organizaciones y de sus proveedores de servicios antes de que ocurra algún incidente”. Sin embargo, a nivel mundial hay una tendencia que se repite: un estudio de Accenture reveló que cuatro de cada cinco encuestados (81%) creen que “adelantarse a los atacantes es una batalla constante y el costo es insostenible”, lo que supone un aumento respecto al 69% de la encuesta del año pasado. Proteger los datos A juicio de Gerardo Urra, director Business Development de Mastercard, debe existir “un balance entre seguridad, simpleza de las transacciones y uso de los datos.
Dicho lo anterior, es necesario incorporar Inteligencia Artificial (1A) y elementos biométricos para apoyar las transacciones”. Otras tendencias son la tokenización, que protege la data al reemplazar el número de la tarjeta por un número alternativo o token”, “un conjunto de 16 dígitos que emula el número real de la tarjeta”, destaca Urra.
Incluso es posible agregar otra capa de seguridad antes del proceso de pago, para identificar cómo la persona teclea el celular, en qué ángulo lo toma o el lugar donde se encuentra ubicado, anticipando así posibles fraudes. “Nu Detect es el nombre de la solución que nos permite aplicar esta tecnología”, detalla el ejecutivo.
Fuente: diario financiero