ÚLTIMA MILLA: UN DESAFÍO LATENTE PARA LAS PYME LOCALES

Si les cuesta a las grandes empresas, a las pequeñas y medianas todavía más. Sobre todo en un escenario donde la mayoría tuvo que migrar al mundo online para poder mantener las ventas. Dos expertos dan luces sobre cómo pueden enfrentar los nuevos retos y dónde poner los focos. Por

Las empresas creen que su potencial de comercio electrónico está limitado r sus capacidades logísticas y que mejorar la experiencia del cliente es su mayor desafío a largo plazo. Así lo reveló un estudio realizado por el operador logístico GEODIS y Accenture Interactive, que consideró a 200 compañías con presencia online, con ingresos anuales de entre US$100 millones y US$20.000 millones de dólares. Si para ellas es desafiante, en un escenario interpelado por los retos de sostenibilidad y rentabilidad en la logística de última milla, para las PYME lo es el doble, dicen los expertos.
“La última milla es muy relevante”, dice Carol Carpenter, directora de la Asociación de Profesionales en Logística (Aplog). A su juicio, el nivel de prioridad que hoy le dan las PYME al tema dependerá de la naturaleza de cada una. *Por ejemplo, si tiene un canal de distribución B2C, incidirá enormemente en los costos y determinará la satisfacción del cliente”, explica.
Según ha observado, las estrategias de este segmento en los últimos dos años se han enfocado en automatizar los procesos de picking, parametrizando y optimizándolo, a través de la implementación de estrategias que incluyen plataformas de seguimiento para mejorar la rapidez y ofrecer garantías de tiempos y calidad en ese último tramo.
Desde su rol como CEO de Shippify, una startup que desde hace cinco años viene posicionándose una alternativa para el delivery del e-commerce, Miguel Torres asegura que las PYME están cada conscientes” del impacto que el proceso de entrega tiene en su cliente final y en la tasa de recompra, en un contexto donde la mayoría tuvo que moverse al mercado online para seguir vendiendo. Torres comenta que entre los servicios que ofrecen, hoy curiosamente el de Next Day pasó a ser más importante que el de Same Day, y de hecho, es lo que prefieren los comercios más pequeños. Dónde enfocarse Hay consenso en que el futuro viene desafiante pero prometedor.
Carpenter dice que para que las PYME aprovechen las oportunidades será necesario diseñar cadenas de suministro “más robustas, resistentes, colaborativas y flexibles”, incorporando en su ADN la gestión del riesgo en la cadena de suministro. *Es decir, identificar, estudiar y ponderar los efectos secundarios que se producen de desastres como la pandemia y el desabastecimiento global. Y también, aplicando planes preventivos y de mitigación frente a posibles amenazas de su funcionamiento”, recalca. Torres dice que mejorar la última fase es muy importante porque en el último tiempo las tendencias han cambiado y las personas prefieren comprar a las PYME.
Sin ir muy lejos, cree que es algo que se verá con fuerza en la temporada navideña. «La gente quiere comprarles a las PYME, pero muchas veces la incertidumbre de no saber cuándo llegará la compra o de saber que demorará días hace que se tome la decisión de comprar al retail, que actualmente puede tener promesa de uno a dos días de entrega”, detalla. Entonces cree que el gran desafío es que puedan ofrecer lo mismo, pero sin tener costos excesivos.
Para Carpenter, hay dificultad en el control y manejo de sus inventarios en relación con una demanda impactada por la crisis, que no permite una proyección cercana a la tanto, las PYME deben estar atentas al comportamiento del consumidor, la variabilidad de la demanda y adaptarse a ella”, dice. A eso suma el reto de conseguir una visibilidad completa del flujo de la cadena de suministro y en tiempo real, con apoyo de tecnología.
Solo así, asegura, podrán reaccionar ante situaciones inesperadas como la actual. as empresas creen que su potencial de comercio electrónico está limitado r sus capacidades logísticas y que mejorar la experiencia del cliente es su mayor desafío a largo plazo. Así lo reveló un estudio realizado por el operador logístico GEODIS y Accenture Interactive, que consideró a 200 compañías con presencia online, con ingresos anuales de entre US$100 millones y US$20.000 millones de dólares. Si para ellas es desafiante, en un escenario interpelado por los retos de sostenibilidad y rentabilidad en la logística de última milla, para las PYME lo es el doble, dicen los expertos.
“La última milla es muy relevante”, dice Carol Carpenter, directora de la Asociación de Profesionales en Logística (Aplog). A su juicio, el nivel de prioridad que hoy le dan las PYME al tema dependerá de la naturaleza de cada una, ejemplo, si tiene un canal de distribución B2C, incidirá enormemente en los costos y determinará la satisfacción del cliente”, explica.
Según ha observado, las estrategias de este segmento en los últimos dos años se han enfocado en automatizar los procesos de picking, parametrizando y optimizándolo, a través de la implementación de estrategias que incluyen plataformas de seguimiento para mejorar la rapidez y ofrecer garantías de tiempos y calidad en ese último tramo.
Desde su rol como CEO de Shippify, una startup que desde hace cinco años viene posicionándose una alternativa para el delivery del e-commerce, Miguel Torres asegura que las PYME están cada conscientes” del impacto que el proceso de entrega tiene en su cliente final y en la tasa de recompra, en un contexto donde la mayoría tuvo que moverse al mercado online para seguir vendiendo. Torres comenta que entre los servicios que ofrecen, hoy curiosamente el de Next Day pasó a ser más importante que el de Same Day, y de hecho, es lo que prefieren los comercios más pequeños. Dónde enfocarse Hay consenso en que el futuro viene desafiante pero prometedor.
Carpenter dice que para que las PYME aprovechen las oportunidades será necesario diseñar cadenas de suministro “más robustas, resistentes, colaborativas y flexibles”, incorporando en su ADN la gestión del riesgo en la cadena de suministro. *Es decir identificar, estudiar y ponderar los efectos secundarios que se producen de desastres como la pandemia y el desabastecimiento global. Y también, aplicando planes preventivos y de mitigación frente a posibles amenazas de su funcionamiento”, recalca. Torres dice que mejorar la última fase es muy importante porque en el último tiempo las tendencias han cambiado y las personas prefieren comprar a las PYME.
Sin ir muy lejos, cree que es algo que se verá con fuerza en la temporada gente quiere comprarles a las PYME, pero muchas veces la incertidumbre de no saber cuándo llegará la compra o de saber que demorará días hace que se tome la decisión de comprar al retail, que actualmente puede tener promesa de uno a dos días de entrega”, detalla. Entonces cree que el gran desafío es que puedan ofrecer lo mismo, pero sin tener costos excesivos.
Para Carpenter, hay dificultad en el control y manejo de sus inventarios en relación con una demanda impactada por la crisis, que no permite una proyección cercana a la tanto, las PYME deben estar atentas al comportamiento del consumidor, la variabilidad de la demanda y adaptarse a ella”, dice. A eso suma el reto de conseguir una visibilidad completa del flujo de la cadena de suministro y en tiempo real, con apoyo de tecnología. Solo así, asegura, podrán reaccionar ante situaciones inesperadas como la actual.

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