“Chile debe empezar a trabajar en forma más intensa en la adaptación al cambio climático”

Con miras a la COP 26, que se realizará entre el 1 y el 12 de noviembre en Glasgow (Escocia), el personero destaca que los Acuerdos de Producción Limpia (APL) tienen un rol fundamental, sobre todo en la implementación de la economía circular.

El Mercurio.

“Chile debe empezar a trabajar en forma más intensa en la adaptación al cambio climático”

El 22 de octubre de 2012, la ONU validó internacionalmente a los Acuerdos de Producción Limpia (APL) como la primera Acción de Mitigación Nacionalmente Apropiada (NAMA, por su sigla en inglés), poniendo en valor la estrategia de fomento de eco-eficiencia y sustentabilidad implementada por el ex Consejo Nacional de Producción Limpia, actual Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC).

A la fecha, nuestro país tiene 188 APL firmados, que están asociados a más de 8.770 empresas involucradas y que se encuentran en distintas etapas. ‘Este es un instrumento eficiente. Su gran ventaja es que como es escalable, ya que la relación es con gremios y no con empresas particulares, permite su implementación en un conjunto de ellas y en más de un establecimiento físico’, explica Giovanni Calderón, director ejecutivo de ASCC.

Y agrega: ‘En términos de resultados, la cantidad de toneladas de gases de efecto invernadero que se ha reducido gracias a los APL es muy importante. De hecho, parte del reporte que hace Chile al inventario global que lleva Naciones Unidas, es recogido a partir de las reducciones de estos gases que producen los acuerdos, que generalmente tienen que ver con cambios de tecnologías, de prácticas productivas, etc.’.

Hoy, la industria manufacturera se destaca principalmente por las reducciones que presenta. A nivel del total de APL, el aporte de este sector es de 996 mil toneladas de CO2 equivalente, lo que es un 95% del total. Y es así como su principal fuente de disminución de emisiones está relacionada con menores emisiones asociadas a energía, lo que considera tanto un más bajo uso de energía eléctrica, como un inferior consumo de combustibles.

Calderón señala que la sustentabilidad es hoy un tema ineludible para las empresas y los sectores productivos del país. ‘Si ellos, por ejemplo, no hacen uso eficiente del agua se van a encontrar con situaciones que ya no van a contar con el recurso y, eso, ya está sucediendo. El agua se utiliza en toda actividad productiva y eso obliga a que todas las compañías empiecen a implementar estrategias de sustentabilidad’.

A su juicio, en Chile hoy falta una mayor coordinación entre los actores que trabajan en el mundo de la sustentabilidad, tanto en el sector público como en el privado. ‘Nosotros estamos en el medio, pero son todas iniciativas que no conversan entre ellas y eso obviamente genera ineficiencia en la implementación de las soluciones. El ejemplo más paradigmático es el agua, donde existen 42 instituciones con competencia en la materia’.

En este contexto, la ASCC está trabajando a nivel de empresas y territorial (local) con el APL ‘Certificado Azul’, que es un instrumento voluntario que permite a las compañías implementar acciones concretas de resiliencia para enfrentar los efectos adversos provocados por el cambio climático y, a su vez, promueve la gestión sostenible del recurso hídrico mediante la medición de la huella del agua.

Este APL fue firmado el 22 de marzo de 2021 y gestado en el marco del Programa el Agua Nos Une – SuizAgua de Fundación Chile y busca apoyar el cumplimiento de la Declaración Nº 24 de la XIV Cumbre de la Alianza del Pacífico, organizada en Lima el 2019. Está dirigido a empresas de cualquier sector productivo, situadas en el territorio nacional que involucren el uso del recurso hídrico, en un sistema productivo o parte de este, pudiendo ser un establecimiento, proceso o producto.

Circularidad

Además de enfocarse en materias más globales como la Hoja de Ruta Economía Circular, que publicó el Ministerio de Medio Ambiente, la ASCC está trabajando en otros APL. Uno de ellos es ‘Transición hacia una economía circular’, cuyo objetivo es promover, junto a Acción Empresas, la creación de estrategias en las compañías, con el fin de comenzar su transición hacia la economía circular, así como generar una línea base para crear un estándar que permita medir a todas las empresas bajo ese estándar.

‘La transición de Chile desde una economía lineal hacia una economía circular se ha transformado rápidamente en una prioridad nacional que requiere de la voluntad y coordinación de los actores en todas las esferas de nuestra sociedad. En este contexto, el mundo empresarial tiene grandes desafíos y, al mismo tiempo, nuevas posibilidades de crear modelos de negocios sostenibles. Esto se traduce en un gran impulso hacia la innovación y el desarrollo de soluciones integrales y sistémicas que revolucionan la forma actual de extraer, producir y desechar’, indica Giovanni Calderón.

También está el APL ‘Construcción sustentable’, un acuerdo que la ASCC está trabajando, junto a la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Valparaíso, en la Región de Valparaíso para implementar un plan de gestión de residuos que permita valorizarlos, armando una cadena de valor con las empresas de la región.

Este sector genera cerca del 34% de los residuos sólidos a nivel nacional y se proyecta que al año 2023 la generación de residuos de construcción y demolición (RCD) alcanzará un volumen similar a 15,5 Estadios Nacionales. ‘La Región de Valparaíso es la segunda generadora de RCD a nivel nacional después de la Región Metropolitana; es por esto que resulta estratégico fomentar este enfoque en la industria de la construcción en Valparaíso, lo que implica un cambio profundo en la cultura y en las prácticas implementadas históricamente en este sector y en la región’, concluye.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir arriba